ESCUCHA MADRID
La diputada por Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Paloma García Villa, ha preguntado durante la Sesión Plenaria de hoy jueves al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, cómo valora el Gobierno de la Comunidad de Madrid la calidad y espera de la atención sanitaria que necesitan las personas «trans».
«La Comunidad de Madrid siempre ha atendido a las personas transexuales desde el respeto y la igualdad», ha respondido Escudero, «y, en este sentido, hace más de una década puso en funcionamiento la Unidad de Identidad de Género del hospital Ramón y Cajal, pionera en España para atender a las personas «trans», tras un proceso de reasignación de género, donde se han atendido con terapia hormonal a más de 1.600 personas en estos últimos diez años».
En su réplica, Paloma García, tras advertir al consejero de Sanidad de que, en una comparecencia posterior, le hará saber «todo lo que incumplen», se ha centrado en el tema de las estancias sanitarias de las personas transexuales, «porque es demoledor, ustedes no hacen lo que deben». Y ha explicado: «Ahora mismo, para la primera consulta a una persona ‘trans’ hay 14 meses de media de lista de espera, y a esta espera hay que sumarle, además, lo que se llama la ‘dilatación en la implementación de los tratamientos’, que ustedes lo hacen adrede, como es la obligatoriedad de entrevistarse con la figura del gestor de pacientes, pasar por la consulta de psicología y la lista de espera de un año para la conservación de material genético, lo que hace que el tratamiento hormonal se posponga. Y además de estos dos años de protocolo», ha continuado objetando la diputada de Unidas Podemos, «la espera se incrementa con otros dos años para una operación quirúrgica».
García Villa ha acusado a la Consejería de Sanidad del Gobierno regional de producir «mala praxis y casi un maltrato, en ocasiones, como el de no proporcionar bloqueadores hormonales a menores, que de eso trata el tratamiento, o el de no querer llamar a las personas por el nombre sentido y seguir utilizando el nombre del DNI en público, con el daño que eso hace y lo fácil que sería no hacerlo».
