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El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero sostuvo este martes que la bandera LGTBI+ «la vamos a arriar las veces que haga falta, la vamos a defender, la vamos a exhibir», puesto que es una enseña «universal, una suma de las mejores banderas que la historia ha concedido, porque representa una historia de amor y dignidad».
Lo hizo durante el discurso de agradecimiento por el reconocimiento Arcoíris 2023 que le otorgó el Ministerio de Igualdad, por su “histórica labor en el reconocimiento de la igualdad para las personas LGTBI+ con la modificación del Código Civil que logró que España fuera el tercer país del mundo en la consecución del matrimonio igualitario”.
En su alusión, repleta de guiños a la ministra de Igualdad, Irene Montero, transmitió a ésta su “agradecimiento, afecto y reconocimiento”, por su “tarea, y por el respeto y el afecto con el que siempre me ha tratado”. “A mí no se me olvidan las cosas, y no se me van a olvidar, Irene”, añadió.
Zapatero apuntó que siempre ha considerado que “las cosas son para que sean, no para que te las reconozcan”; no obstante, deslizó que, si llega el reconocimiento, ello es “motivo de orgullo satisfacción y compromiso”.
En ese sentido, evocó que en la defensa de la ley del matrimonio igualitario “yo no puse el cuerpo, pero puse la cara; me la quisieron partir, la primera vez fue cuando puse la cara en la revista ‘Zero’”.
Recordó que el discurso que “más me ha emocionado en mi vida” fue el que pronunció durante la defensa de esa norma, y reconoció que el “mayor cariño” que ha recibido es el que le manifiestan las personas gais, lesbianas y bisexuales por haber propiciado ese cambio en el Código Civil. “E incluso las que tienen niños me dicen que ese niño es mío. No sé cuántos niños tendré”, bromeó.
“Sé que esa ley hizo feliz a mucha gente, el primero a mí”, sostuvo, para, a continuación, aprovechar su defensa de la ‘Ley trans’ para volver a dirigirse a Irene Montero y manifestarle que esa norma formará parte de su legado como ministra de Igualdad. “Irene, vas a tener esa riqueza en lo que representa vivir una vida digna; una vida digna es hacer algo por que los demás estén libres de sufrimiento”, añadió.
Zapatero también aludió al “atractivo” de la bandera arcoíris, que representa “una diversidad inabarcable y una riqueza incomparable”, lo que le sirvió para dejar claro que “esa bandera la vamos a arriar las veces que haga falta, la vamos a defender, la vamos a exhibir; es una bandera universal, es una suma de las mejores banderas que la historia ha concedido, porque representa una historia de amor y de dignidad”.
También conminó a España a “asumir con más fuerza” el compromiso en la defensa de los derechos de las personas LGTBI+ que son “perseguidas, humilladas y vejadas” en sus países por su orientación sexual y su identidad de género.
Matrimonio igualitario
El expresidente del Gobierno dejó caer con sorna que “nunca pensé que había tantos obispos en España hasta que los vi manifestarse en las calles” contra la ley del matrimonio igualitario, y mostró su incomprensión por la “obsesión” que presentaban los papas con los que se ha reunido con esa norma.
No obstante, concluyó que esa fijación se explica por el hecho de que “esa ley, vuestra acción, vuestra reivindicación, seguramente representa el mayor hito de reivindicación de la libertad en el mundo en la historia reciente, de la libertad con mayúsculas”.
Tras exponer que “cambiamos 14 palabras del Código Civil napoleónico, con raíces en el derecho romano, para que todo el mundo se pudiera casa con quien quiera”, refrendó que “lo más importante en la vida es escuchar, después sentir, después leer, y siempre amar a quien quieras”.
Zapatero abogó por denominar a los activas LGTBI+ “maestras y maestros”, y luego de un alegato en defensa de las maestras que participaron en el “proyecto de España abierta, diversa, nueva, real, auténtica, abierta, que fue la Segunda República”, aseveró que “a mí me gusta el Ministerio de Igualdad, y este Ministerio de Igualdad me gusta”.
Por último, terminó como empezó, dirigiéndose a Irene Montero para decirle que “una democracia se reconoce por los privilegios que es capaz de abolir y por los derechos que es capaz de instaurar”. En esa tarea, “estaremos ahí todos juntos, yo también estaré ahí”, concluyó.