ESCUCHA MADRID
El Día de la Visibilidad Lésbica, que nace en España en el año 2008 por iniciativa del colectivo LGTBI, se celebra el 26 de abril con la finalidad de que todas las mujeres con preferencias sexuales diferentes sean respetadas, valoradas y puedan gozar de los mismos espacios en la sociedad, sin que exista hacia ellas ningún tipo de discriminación. Desde hace catorce años, el colectivo se une especialmente este día, alza su voz y lucha por sentirse parte de una sociedad que no siempre se lo pone fácil, una sociedad llena de prejuicios y con un gran rechazo a las personas con gustos sexuales distintos a los convencionales.
Nos reunimos con Paloma García Villa (Madrid, 1981), diputada del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, donde es portavoz en las comisiones de Mujer, Políticas Sociales y Discapacidad; licenciada en Periodismo; cofundadora de la revista La Penúltima; activista, feminista, lesbiana.
¿Por qué sigue haciendo falta un Día de la Visibilidad Lésbica?
Porque el colectivo LGTBI, en su conjunto, no es del todo visible, y sobre todo las mujeres somos mucho menos visibles que los hombres. Creo que siempre ha sido así. Los hombres gais tienen que dar un paso a un lado, por así decirlo, y dejar a las personas trans y a las mujeres lesbianas tener más voz. Por tanto, la Visibilidad Lésbica sigue siendo muy necesaria, principalmente para las adolescentes, para que puedan tener sus referentes y vean que se pueden dedicar a cualquier cosa siendo lesbianas.
¿Existe un «protagonismo» de las personas homosexuales masculinas? ¿Acaparan demasiado la visibilidad?
Sí, y ellos lo saben, no creo que sea una idea muy novedosa que el colectivo LGTBI siempre ha estado bastante acaparado por los hombres, pese a que las primeras que lucharon por los derechos LGTBI fueron, sobre todo, las mujeres trans. Creo que sí hay una sobrerrepresentación. Tanto es, que mucha gente, en vez de decir «la bandera LGTBI» o «el Orgullo LGTBI» dice «la bandera gai» y «el Orgullo Gai». Por eso, repito: los hombres deberían saber que tienen que dar un paso a un lado, al igual que en la sociedad en general, y dejar que las mujeres también estemos representadas.
¿Las lesbianas se han ocultado más? ¿Hay más armarios en el sentir lésbico?
Sí. Principalmente por un tema cultural, o sea exógeno. Durante mucho tiempo se pensó que dos mujeres no podían tener sexo, porque se da por hecho que el sexo es a través del pene y si no hay pene, no hay sexo. Tanto es así que la homosexualidad masculina estaba penada con cárcel y la femenina no, porque ni siquiera la consideraban «sexo». Y luego, también, porque la cultura entre chicas y la cultura entre chicos es totalmente diferente. Tú cuando eres una niña te puedes duchar con tu amiga, dormir con tu amiga, abrazarla, escribirle cartas en las que le dices que la quieres mucho, y nadie va a pensar nada. Eso un chico no lo puede hacer. Los afectos entre hombres siempre han estado mucho más cohibidos. Por estos motivos, las mujeres lesbianas no es que nos hayamos ocultado más, pero sí hemos vivido más cómodas dentro del armario.
«las mujeres lesbianas no es que nos hayamos ocultado más, pero sí hemos vivido más cómodas dentro del armario»
Ahí el heteropatriarcado va contra los hombres, claro, y a las mujeres las «disculpa».
Claro. Por eso el feminismo está, principalmente, para mejorar la vida de las mujeres, pero también la de los hombres gais, incluso la de los hombres femeninos. El feminismo les da la oportunidad de manifestar los afectos que el heteropatriarcado les ha prohibido. Les ha prohibido querer a otros chicos, les ha prohibido ser una persona sensible, les ha prohibido poder llorar, mostrar empatía, mostrar vulnerabilidad.
¿Hay mucho armario en la política madrileña?
Creo que sí. Sobre todo entre gente de derechas. Yo no voy a sacar a nadie del armario, obviamente, pero por supuesto que hay muchos políticos y políticas LGTBI que no lo dicen y que incluso votan en contra de sus propios derechos.
«cuando yo, siendo muy joven, salí del armario, hacía pocos años que nos habían sacado de los ‘enfermos mentales’ a las personas homosexuaLES»
Tu experiencia personal. Tú, como lesbiana, ¿te has sentido discriminada, malmirada, en alguna época de tu vida?
Sí. La época de la adolescencia es la peor época. Yo salí del armario siendo muy joven, con catorce o quince años, y la verdad es que no le sorprendió a nadie. Pero es verdad que en el barrio hubo gente que me dejó de hablar, que me insultaba, eso sí lo he vivido. Ahora, siendo adulta, ya no lo veo tanto como una discriminación, sino quizá todo lo contrario. Me da un poco de vergüenza decirlo, pero me siento privilegiada, tengo algo bueno en mí, me he quitado a todos esos hombres hetero, a ese heteropatriarcado, esa violencia machista, y he tenido relaciones mucho mejores, mucho más igualitarias, para mí mucho más sanas. Y aunque ahora algunos quieran volver a «ese atrás»… Yo, cuando salí del armario, hacía cinco o seis años que nos habían sacado de «enfermos mentales» a las personas homosexuales.
¿Por qué gran parte de esta sociedad le ha dado y le sigue dando tanta importancia a las preferencias sexuales ajenas? (Y a lo mejor esta entrevista está contribuyendo también, un poco, a ello.)
Porque parece que sólo puede haber un modelo de pareja y un modelo de familia, y que todavía estamos en ese modelo supertradicional o supernuclear de lo que es la familia: padre, madre, niños… Y lo que hace el movimiento LGTBI es dar un golpe en la mesa, porque ese modelo no es el nuestro, porque puede haber otros tipos de pareja, otros tipos de familias, y que son perfectamente lícitas, y que se puede ser feliz siendo LGTBI, a pesar de que en las series, en las películas, la lesbiana siempre muere, porque era: «Te dejo ser LGTBI, pero vas a acabar siendo una infeliz». Por eso la importancia del Día de la Visibilidad Lésbica, porque debemos mostrar mujeres lesbianas a las que nos va bien en la vida, somos felices, no nos ha pasado nada malo por serlo. Cuando yo era pequeña, yo no veía a nadie como yo, y recibía un insulto y me sentía culpable, porque pensaba que el problema era mío, que yo era la rara. Por eso creo que a las generaciones de ahora les viene muy bien esta visibilidad. Si alguien les insulta, sabrán que no les están insultando solamente a ellos, sino a mogollón de gente, y por algo tan sencillo como amar a quien quieras.
«debemos mostrar mujeres lesbianas a las que nos va bien en la vida, somos felices, no nos ha pasado nada malo por serlo»
¿Y realmente es efectivo este Día de la Visibilidad Lésbica?
Sí. Mira, hoy voy con Unidas Podemos a un acto del Ministerio de Igualdad, con la directora general de Diversidad Sexual, que es lesbiana, y vamos a ir diputadas, gente de partidos políticos, gente de la cultura, gente importante que también es lesbiana. Esto puede ayudar a una generación de niñas y adolescentes. Ojalá a mí, cuando tenía esos catorce o quince años, me hubieran dicho que el Gobierno de España iba a hacer una jornada como la que va a hacer hoy. Pero eso no pasaba, ni se imaginaba, ni siquiera que pudiera pasar en un futuro. Ahora sí lo estamos viviendo y es muy positivo, no solamente para la gente joven, también para la gente mayor. No olvidemos que hay generaciones de adultos que nunca se han atrevido a salir del armario, que han vivido toda su vida encerradas. El hecho de que puedan ver directoras generales, políticas, ministras, diputadas que son lesbianas, les va a servir para pensar: «Por un lado he perdido parte de mi vida; pero, de lo que me quede, yo lo quiero recuperar, no quiero quedarme en ese armario pensando que soy la rara, hay mucha más gente como yo». Que sepan que las lesbianas existimos, que siempre hemos existido, y que las lesbianas resistimos.