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La ciudad de Madrid contará desde junio, y durante los próximos ocho años, con ‘patrullas antigrafitis’ dedicadas exclusivamente a retirar las pintadas vandálicas de cualquier consideración en la ciudad, después de que la Junta de Gobierno autorizase hoy el nuevo contrato de gestión del servicio público de limpieza urgente (Selur) que incluye estos equipos especializados.
Según informó en rueda de prensa la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, el Área de Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante unifica en el nuevo pliego, adaptado a criterios de sostenibilidad, una treintena de actuaciones “para responder con mayor agilidad, rapidez y eficiencia ante las diferentes necesidades de limpieza de la ciudad”.
Así, el presupuesto del contrato se incrementa un 158,4% respecto al pliego anterior, es decir, 2,5 veces, pasando de los 8,9 millones de euros a los 23, “con el objetivo de mejorar el estado y la imagen de la capital”. Aproximadamente, casi seis millones de euros del presupuesto (un tercio) se destinarán a eliminar pintadas vandálicas.
Actualmente, la limpieza de grafitis en Madrid se realiza con una plantilla común para todos los servicios, atendiendo a las necesidades del día y bajo la planificación de la Dirección General de Servicios de Limpieza y Residuos. El Selur solo actúa cuando hay que eliminar pintadas alusivas, amenazantes o de alarma social contra personas e instituciones.
Sin embargo, las nuevas ‘patrullas antigrafitis’, formadas por 51 operarios en los turnos de día de diario y fines de semana, “se crean para intensificar la eliminación de estas pintadas de una forma homogénea y eficiente sea cual sea su temática y sobre un mayor abanico de materiales vandalizados”.
De hecho, otra de las novedades que trae el nuevo contrato sobre esta materia es que se podrán retirar las pintadas sobre superficies metálicas, metracrilatos y de plástico que ahora no se cubren por parte de los servicios municipales. Estas patrullas actuarán en diferentes zonas con vehículos y equipos específicos.
Mayor cuantía en las multas
La totalidad de los avisos ciudadanos relacionados con pintadas por cualquier canal de atención al ciudadano serán atendidos por el Selur. El concesionario informará al usuario de la fecha en la que se procederá a la eliminación del grafiti una vez recibido el aviso, que será de un plazo máximo de dos meses. En el caso de pintadas de grafitis alusivas, el concesionario deberá proceder a su eliminación en menos de tres horas.
En Madrid se realizaron 42.994 servicios de limpieza en 2021 para eliminar las pintadas vandálicas proyectadas sobre 167.693 metros cuadrados de fachadas de edificios, una media de 118 actuaciones diarias. Las cifras, aunque elevadas, fueron un 38% inferiores a los servicios que se realizaron en 2019, alcanzando las 69.269 intervenciones a lo largo del año, unas 190 diarias, y un 62,12% menos de superficie vandalizada con espray respecto al año previo al estallido de la pandemia. El coste medio del Ayuntamiento para acabar con los grafitis superaba entonces los dos millones de euros anuales.
En 2021 se interpusieron 185 denuncias por la realización de grafitis. Las sanciones por realizar estos actos vandálicos se rigen por el artículo 20 de la ley 3/2007 de Medidas Urgentes de Modernización del Gobierno y la Administración de la Comunidad de Madrid.
En diciembre de 2019, el Gobierno municipal endureció los importes por esta infracción, atendiendo a los márgenes que permitía la legislación. Algunas multas se llegan a duplicar o triplicar. Por ejemplo, en el caso de las pintadas sobre los cierres comerciales o elementos asociados a actividades económicas se elevó de 500 a 1.000 euros; sobre mobiliario urbano, muretes o pilares y puertas, de 300 a 600 euros; o en edificios emblemáticos, las multas por pintadas de menos de un palmo ascienden a 2.000 euros y las que lo superan, 3.000 euros.