SERVIMEDIA
Unas 6.500 personas recorrieron este domingo las calles del centro de Madrid “en defensa de la sanidad pública”, según el cálculo oficial realizado por la Delegación de Gobierno de Madrid, frente a las 50.000 que lo hicieran en la manifestación del pasado 22 de octubre.
Los manifestantes, pertenecientes a una treintena de asociaciones profesionales, vecinales, científicas, de usuarios, sindicatos y plataformas profesionales de la salud, exhibieron pancartas y lemas contra la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, como «Ayuso dimisión», «A saquear le llaman privatizar» o “Nos cierran los centros de salud”.
Según el Sindicato de Enfermería (Satse), uno de los convocantes, se ha notado la bajada de asistencia. “La gente está ya muy cansada”, comentó a Servimedia su secretaria general, Teresa Galindo. La plataforma organizadora de la manifestación estimaba la asistencia a la manifestación en “varios miles”, pero sin concretar cifra. En octubre de 2022, la asistencia estimada por los organizadores de la movilización por la sanidad fue de 23.000 personas.
Según el manifiesto leído por el presentador de televisión el Gran Wyoming y la actriz Lola Manzanares al finalizar la manifestación en Atocha, “es necesario y urgente conseguir una mayor financiación para la Sanidad Pública madrileña, pues un año más vuelve a estar a la cola de la lista en la inversión de presupuestos para la Sanidad Pública”.
Además, acusaron al gobierno del Partido Popular de “beneficiar al sector sanitario privado, y dejar a la población cada vez más vulnerable y desamparada”.
Por otra parte, para Mónica García, la líder de Mas Madrid, lo que hay que preservar es “nuestro sistema sanitario que es la joya la corona” y destacó que “aunque la señora Ayuso saque pecho por haber terminado una huelga, que podía haber terminado hace perfectamente cuatro meses “, persisten las dificultades para tener un acceso a un sistema sanitario en la región.
Entre las 18 peticiones planteadas por las entidades organizadoras, destaca la contratación de entre 7.000 y 8.000 profesionales sanitarios de todas las categorías en la Comunidad de Madrid, que el gasto sanitario por paciente y año se eleve en 500 euros, y que los enfermos sean atendidos presencialmente en un máximo de 48 horas.
También se exige que las nuevas urgencias extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid se doten de personal de todas las categorías y se respeten sus condiciones laborales.