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Especialistas de la Unidad de Mama del Instituto de Salud de la Mujer del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid utilizan ‘semillas’ magnéticas para localizar lesiones no palpables en el tratamiento quirúrgico de cáncer de mama que permite realizar cirugías precisas y con menos alteraciones funcionales y cosméticas.
Este procedimiento, empleado ya en 24 pacientes, no presenta problemas de desplazamiento, a diferencia de los tradicionales marcadores metálicos, lo que reduce la tasa de reintervenciones y la estancia hospitalaria, mejorando los resultados oncológicos.
Además de reducir las secuelas y el tiempo de recuperación, esta técnica supone un abordaje innovador hacia la cirugía de precisión, personalizada y mínimamente invasiva en pacientes con este tipo de tumores.
Las lesiones mamarias no palpables que deben ser resecadas precisan de un marcaje preoperatorio que hasta ahora se realizaba con un hilo metálico denominado ‘arpón’, técnica menos precisa ya que el hilo se puede mover y puede provocar hemorragias.
Además, la imposibilidad de localizar intraoperatoriamente los ganglios axilares afectados por el tumor en pacientes con afectación ganglionar por cáncer de mama, exige extirpación de todos los ganglios axilares en un porcentaje importante de pacientes, que puede repercutir en la aparición de secuelas a corto y largo plazo.
Cirugía axilar dirigida
La incorporación de este nuevo marcador magnético, que es como una pequeña semilla, en la cirugía del cáncer de mama permite realizar “cirugía axilar dirigida, mejorando la precisión al extirpar únicamente los ganglios afectados en determinadas pacientes, disminuyendo las complicaciones perioperatorias, las secuelas funcionales del brazo y hombro, y mejorando la recuperación y la calidad de vida de las pacientes”, explicó la ginecóloga y responsable de la Unidad Multidisciplinar de Mama del Clínico San Carlos, la doctora María Herrera de la Muela.
El nuevo marcador se coloca en el tejido, guiado por ecografía o mamografía, para marcar el tumor antes de la cirugía y “ayudar al profesional a localizar con mayor precisión el cáncer en la sala de operaciones, así como a extraerlo de una pieza con seguridad oncológica”, detalló María Herrera de la Muela.
La experta añadió que “puede ser colocado incluso semanas antes de la intervención, lo que facilita la planificación quirúrgica. Así mismo, el marcaje de ganglios sospechosos antes de la quimioterapia sirve para comprobar su respuesta al tratamiento quimioterápico en los casos en los que se administra antes de la cirugía, pudiendo evitar la extirpación de los ganglios sanos y preservar la red linfática evitando posibles complicaciones”.