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El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, inauguró este martes en el Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón, junto a la Fundación Juegaterapia un jardín en su azotea destinado a los niños y adolescentes que reciben atención en este centro sanitario público.
Este nuevo espacio, de más de 1.200 metros cuadrados de superficie, cuenta con áreas divididas por temáticas enfocadas a los gustos de los pequeños según grupos de edad.
Este proyecto, que recibe el nombre de ’Las nubes de mi hospi’, está realizado de forma solidaria por el estudio de arquitectura Padilla Nicás, con el que se ha buscado que todos los menores atendidos en este hospital madrileño tengan una zona de juego, descanso, cultura y deporte al aire libre, junto a sus familias y con todas las medidas de seguridad y asistenciales que requieran.
El arquitecto Rafael Moneo, Premio Príncipe de Asturias y autor del diseño del edificio Materno Infantil, ha apadrinado esta iniciativa.
Se trata de la última de una serie de actuaciones emprendidas por el Gregorio Marañón para humanizar la asistencia sanitaria que presta. Coordinadas por su Comité de Humanización, ha llevado a cabo otras acciones como la de crear un cine, convertir la planta de oncología en una estación lunar, acondicionar las terrazas interiores para impartir clases de golf o la adaptación de un espacio de cuento en el TAC y la Resonancia Magnética infantil.
Junto a estas transformaciones, se han puesto en marcha programas pioneros como FarmAventura, para aumentar la adherencia a los tratamientos de los pacientes pediátricos con enfermedades crónicas a través del juego; la Unidad del Color, para evitar o disminuir su dolor cuando hay que realizarles pruebas o tratamientos; la instalación de una sala híbrida de Cardiología Intervencionista convertida en una máquina para héroes; o el proyecto Diarios de vida, un libro que escriben los profesionales para los prematuros ingresados en el Servicio de Neonatología.
Teatro, manualidades y juegos
‘Las nubes de mi hospi’ tiene árboles y plantas y comprende varias zonas de juego. Este jardín está dividido en tres espacios diferentes siguiendo la forma de la cubierta. Se han aprovechado estas divisiones para plantear áreas de juego y descanso distintas y, en todas ellas hay estructuras con diseños sinuosos que proporcionan sombra y lo hacen muy acogedor.
En la entrada hay un teatro con un diseño muy especial y unos divertidos asientos, pero también zonas despejadas para que los pequeños se sientan libres y se acomoden donde más les apetezca. Justo detrás aparece un laberinto de muchos colores y unos columpios y elementos de juego de cero a diez años. Todo adaptado a su edad y a las necesidades que requieran, sillas de ruedas, goteros portasueros, etc.
Al fondo, un mirador con vistas espectaculares de Madrid para poder disfrutar también visualmente de este espacio único en el hospital, el lugar ideal para hacer planes, sobre todo, acerca de lo que van a poder hacer y experimentar cuando les den el alta. Un sitio para mirar al horizonte y soñar.
En la siguiente zona hay una gran superficie en varias alturas preparada para hacer manualidades. Pueden sentarse en los asientos preparados para ellos o usar sus sillas de ruedas. También hay partes destinadas al descanso con asientos y sombras que protegen del sol. El nuevo ambiente se completa con un minigolf, una zona de fútbol con portería, otra de baloncesto, un futbolín y un tenis de mesa.
Para hacer realidad este proyecto, el Hospital Gregorio Marañón y la Fundación Juegaterapia han contado con la ayuda de particulares, centros educativos y empresas que han sido clave para su financiación.