ESCUCHA MADRID / MUSEO SOROLLA
La exposición dirige la atención hacia el color negro a partir de la aparente contradicción que supone asociar a Sorolla —pintor de la luz y el color— con el negro. De este modo, Sorolla en negro es una exposición que tiene la fuerza de un oxímoron: anuncia lo contrario que uno espera ver del pintor.
Sorolla en negro nos invita a preguntarnos si asociar a Sorolla con el negro puede ser una paradoja o si, por el contrario, representa otro punto de vista para comprender y apreciar al artista en toda su complejidad.
La intensa luz del Mediterráneo, las escenas llenas de color, los blancos de infinitos matices son los rasgos con los que se identifica al pintor Joaquín Sorolla y su vasta producción. Sin embargo, el negro, que puede considerarse como la antítesis del color, la oscuridad misma, también está presente de manera notoria en su paleta.
De hecho, la exposición cuestiona la idea de que el color negro, y cuanto significa, está reñido con la poética del pintor valenciano. La propuesta curatorial niega, pues, una gran parte de la tradición crítica en torno a Sorolla, empezando por sus propios contemporáneos.
El uso del negro en Sorolla arranca de la tradición pictórica española —de su conocimiento de Velázquez, del Greco, de Goya— para convertirse en un elemento de expresividad, sugerir estados poéticos y anímicos y reinterpretarse como un color que traduce la modernidad de su tiempo y su sobria elegancia.
Comisariada por Carlos Reyero Hermosilla, con la colaboración de Blanca Pons-Sorolla, la exposición nace de una larga investigación que profundiza no solo en el estudio de la pintura de Sorolla, sino en la valoración estética y cultural de negros y grises en la pintura de entresiglos.
Fruto de ello, se ha reunido una cuidada selección de más de 62 obras procedentes tanto de la colección del Museo como préstamos de instituciones y de colecciones particulares que generosamente han colaborado con el Museo Sorolla en esta exposición: Museo Nacional del Prado, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Museo de Segovia, Museo de Málaga, Banco de España, Fundación Sorigué y Fundación Banco Santander.
Algunas de las obras expuestas, especialmente las de coleccionistas particulares, permanecían inéditas para el conocimiento del público, como María pintando, 1911, Retrato de Manuel Bartolomé Cossío, 1908 o Retrato de Manuel Ducassi de Laiglesia, ca 1905. Así mismo se presenta por primera vez tras su reciente restauración la obra S.M. La Reina María Cristina. Estudio para “La Regencia”, ca 1903-1905.