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Sacar dinero del cajero de un banco es una actividad cotidiana, tan habitual y tan necesaria como pagar en efectivo, pues la inmensa mayoría de la gente que usa billetes en sus transacciones comerciales lo hace después de haber sacado ese dinero de un cajero automático. La normativa obliga a que estos espacios cuenten con plenas garantías de accesibilidad para las personas con algún tipo de discapacidad y en 2025 esas medidas tendrán que ser aún mayores.
Por ley, los bancos tienen que colocar sus cajeros automáticos de tal forma que no invadan itinerarios peatonales y no tengan elementos salientes en altura para que las personas con discapacidad puedan utilizarlos. De hecho, el Gobierno aprobó el pasado mes de mayo una nueva ley que obligará a los bancos a garantizar a las personas con discapacidad la accesibilidad a sus cajeros automáticos para mediados de 2025. Para entonces, los cajeros tendrán que tener varios canales de comunicación o métodos alternativos para realizar las operaciones.
La legislación actual garantiza la accesibilidad universal de los cajeros automáticos a las personas con discapacidad
La legislación actual garantiza la accesibilidad universal de los cajeros automáticos a las personas con discapacidad. La ley general de 2013 sobre derechos de las personas con discapacidad reconoce el acceso en igualdad de condiciones a estas personas para que ejerzan sus derechos económicos en «espacios públicos urbanizados, infraestructuras y edificaciones». Sin embargo, una norma anterior de 2007, específica para proteger “las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados y edificaciones”, ya indicaba que «se garantizará a las personas con discapacidad el acceso a los cajeros automáticos […] instalados en los espacios públicos o accesibles desde ellos».
La normativa establece que los cajero se dispondrán de tal manera que no invadan itinerarios peatonales y que no tendrán elementos salientes en altura, toldos a baja altura o expositores o elementos de difícil detección. De este modo, se busca facilitar el tránsito por la calle y el uso sencillo de este tipo de dispositivos.
Cuántos cajeros accesibles hay en España
En 2022, la Asociación Española de la Banca (AEB), la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC) firmaron el ‘Protocolo estratégico para reforzar el compromiso social y sostenible de la banca’. El documento recoge una batería de medidas que los bancos de nuestro país realizarán para ser accesibles. Sobre los cajeros, indican que se ha de garantizar «la adaptabilidad, accesibilidad y sencillez» a través de un «lenguaje y vista simplificados, con el menú de las operaciones más frecuentes del cliente o cualquier otra medida de similar efecto».
Las principales entidades explican las medidas que han aplicado en esta materia
Las principales entidades explican las medidas que han aplicado en esta materia. Por ejemplo, Banco Santander cuenta con «un número muy alto de cajeros que cumple con los requisitos de altura y situación de las pantallas y el teclado». Además, el 72% incluye guiado por voz, una herramienta que cuentan con tenerla implantada en el 100% de los cajeros cuando la ley entre en vigor, en junio de 2025.
BBVA no ha detallado cuántos cajeros accesibles conforman su red porque en estos momentos «se encuentran en proceso de renovación» para cumplir con los requisitos establecidos en la nueva ley que entrará en vigor en 2025, algo en lo que «están trabajando actualmente».
Caixabank indica que «prácticamente el 100% de los cajeros» de la entidad son accesibles. Cuentan con pantalla con alto contraste, operaciones simplificadas, facilidades sonoras, teclado en Braille, navegación por voz y lectores contactless. Además, más de 8.000 cajeros disponen de vídeos de ayuda en lenguaje de signos. Sobre la transformación que supondrá la nueva ley, la entidad explica que «está trabajando en la adaptación de los diversos componentes de los cajeros» a esta nueva norma.
En el caso de Bankinter, todos los cajeros de la entidad (415) cumplen con la norma de accesibilidad vigente en el momento de su instalación. Respecto a la nueva norma, está analizando «en detalle» el estado de su red de cajeros para «ir adaptando los actuales» y que todos los nuevos que se habiliten a partir de 2025 ya estén acordes con el texto recién aprobado.
Kutxabank asegura que a finales de 2022 tenía el 53% de sus cajeros (789) adaptados a personas con movilidad reducida. Además, el 82% de sus cajeros ya están adaptados desde junio de 2023 a personas con deficiencias visuales (1.191). La entidad detalla que desde el 2001, cuando entraron en vigor las primeras normativas en esta materia, les han dado cumplimiento.
se ha de garantizar «la adaptabilidad, accesibilidad y sencillez» a través de un «lenguaje y vista simplificados, con el menú de las operaciones más frecuentes del cliente o cualquier otra medida de similar efecto»
Cajamar expone quetoda su red de cajeros automáticos (1.529) cuenta con visionado de alto contraste y menú accesible. De todos ellos, 1.514 disponen de un sistema de audio privado para los reintegros de personas ciegas.
Unicaja precisa que «gran parte de la red de cajeros» de la entidad es «accesible» y está «adaptada para personas con discapacidad visual y física». Recientemente, Unicaja Banco y la ONCE han firmado convenio para promover la inclusión social y financiera de las personas ciegas y con discapacidad visual mediante la adaptación de los cajeros, entre otras medidas.
Finalmente, Ibercaja asegura que 1.047 de los 1.097 cajeros de su entidad son accesibles. Estos cuentan con guiado por voz en varios idiomas y modo de alto contraste, entre otras funcionalidades. «A nivel software, el canal ya está prácticamente adaptado a la nueva normativa».
Por su parte, el Banco de España explica que la nueva ley aprobada no está dirigida específicamente a las entidades bancarias. Al considerarla «una ley general de consumo», la entidad, encargada de supervisar la conducta de los bancos, no tiene por qué hacer una tarea «directa de vigilancia de cumplimiento» en este aspecto. «Si se produjera en el futuro alguna reclamación por parte de clientes bancarios, tendríamos que analizarlo», indican. Para elaborar este reportaje, Maldita.es también ha preguntado por esta cuestión a Banco Sabadell pero antes de la publicación del artículo no ha obtenido respuesta.
Novedades de la ley para 2025
La nueva legislación va más allá y obligará a las entidades bancarias a ofrecer un servicio en sus cajeros en «más de un canal sensorial» y «métodos alternativos de comunicación». Todo ello porque el 8 de mayo de 2023 el Congreso de los Diputados aprobó la Ley 11/2023, una norma que traspone seis directivas europeas, una de ellas sobre la accesibilidad en productos y servicios, entre ellos la banca. El texto establece que quien tenga alguna «deficiencia física, mental, intelectual o sensorial» podrá acceder a «productos y servicios» adaptados a sus «necesidades particulares».
La ley publicada en el BOE establece textualmente que «el concepto de personas con limitaciones funcionales, tal como se menciona en la directiva, engloba a personas que tienen alguna deficiencia física, mental, intelectual o sensorial, alguna deficiencia relacionada con la edad o con otras causas vinculadas al funcionamiento del cuerpo humano, permanente o temporal, que al interactuar con diversas barreras limitan su acceso a productos y servicios, dando lugar a una situación que exige una adaptación de tales prodfuctos y servicios a sus necesidades particulares».
La norma obligará a los bancos y entidades financieras a adaptar sus cajeros automáticos a las personas con discapacidad. Los cajeros tendrán que ofrecer métodos alternativos de comunicación, facilitar «métodos de identificación, firmas electrónicas, seguridad y servicios de pago que sean perceptibles, funcionales, comprensibles y resistentes». La información deberá de estar disponible a través de más de un canal sensorial y tendrá que ser fácil de entender y percibir.
La norma obligará a los bancos y entidades financieras a adaptar sus cajeros automáticos a las personas con discapacidad
Los bancos tendrán que contar con unas condiciones generales «o documento equivalente» que detalle en qué manera cumplen con los requisitos de accesibilidad establecidos en la ley. Ese documento, que tendrá que ser público y accesible, incluirá una descripción general de los servicios accesibles, explicaciones «necesarias» para comprender su funcionamiento y un sistema para garantizar su cumplimiento.
Los requisitos de accesibilidad de los productos y servicios entrarán en vigor a partir del 28 de junio de 2025. Los bancos podrán seguir prestando los servicios con material, productos o infraestructura anterior a la fecha hasta el año 2030. Además, los cajeros automáticos podrán seguir utilizándose para la prestación de servicios similares «hasta el final de su vida útil desde el punto de vista económico» sin que superen los diez años de su puesta en funcionamiento.
Obligaciones para los bancos
Los bancos no tendrán la obligación de adaptar toda su infraestructura, a pesar de lo que dice la normativa. La ley explica que cuando el coste de esta transición suponga «una carga desproporcionada», los bancos quedarán exentos de realizar esta transformación. Eso sí, quienes se acojan a la exención deberán justificar el motivo a las autoridades responsables.
En el informe ‘Finanzas accesibles para todas las personas’, la Fundación ONCE incluye recomendaciones o buenas prácticas para conseguir un entorno accesible en espacios como cajeros automáticos, como por ejemplo que aquellos que se encuentren fuera de la sucursal tengan suelo fácil de ver y sentir con los pies, que esté bien señalizado para identificarse a distancia, que una persona en silla de ruedas pueda acercarse de frente o por uno de los lados.
Los bancos no tendrán la obligación de adaptar toda su infraestructura, a pesar de lo que dice la normativa
También que las ranuras para introducir la tarjeta o sacar dinero puedan identificarse fácilmente, además de ser manejables, estar a una altura adecuada y contar con espacio libre alrededor; que su pantalla esté a una altura adecuada como para que una persona en silla de ruedas pueda interactuar y estar bien iluminada; que el tamaño de la letra en la pantalla sea grande y los iconos sencillos y con colores; que disponga de reproductor de voz; y que las teclas estén separadas, ser un poco más grandes que los dedos para pulsarse fácilmente, que suenen e incluyan signos en braille.
Finalmente, para los cajeros automáticos dentro de oficinas financieras, se recomienda que la entrada esté a nivel de calle o cuente con una rampa con poca pendiente y espacio suficiente para una silla de ruedas o una plataforma mecánica. Asimismo, el espacio interior debe ser amplio y abierto, sin barreras; las puertas han de permitir el paso a las personas con sillas de ruedas; y los puntos de atención han de estar a una altura adecuada y contar con un bucle de inducción magnética.