ESCUCHA MADRID / Alcalá de Henares
En una acción llevada a cabo por las Concejalías de Patrimonio Histórico y la Concejalía de Obras, ya han concluido los trabajos de reinstalación de la pluma de la estatua de Cervantes, en una operación que ha tenido que llevarse a cabo después de que la misma, tal y como explicaba recientemente el concejal de Patrimonio Histórico, Vicente Pérez, fuera sustraída el pasado mes de junio en un acto vandálico.
Así, en apenas 48 horas, la nueva pluma ya luce en la mano derecha del afamado escritor, como explicaba el propio concejal: «tal y como estaba previsto, ya han concluido los trabajos de restauración de la pluma de Cervantes, de forma que nuestro paisano ya cuenta con este importante atributo que le caracteriza como escritor, y contará con ella de cara a las próximas fiestas patronales de los Santos Niños, y de las Ferias de agosto de San Bartolomé».
El concejal de Patrimonio Histórico, aprovechaba también la oportunidad para aclarar el perjuicio que le supone a la ciudad este tipo de actos vandálicos: «esta actuación ha tenido un coste superior a los dos mil euros, lo que pone de manifiesto el grave perjuicio que supone este tipo de actos incívicos, no sólo para el Patrimonio Histórico de la ciudad, sino para las arcas municipales, ya que se paga con dinero de todos. Hacemos un llamamiento para que aquellas personas que puedan presenciar este tipo de actos, lo pongan inmediatamente en conocimiento de las autoridades, para evitar que actuaciones tan nefastas como estas se vuelvan a repetir».
Para conocimiento de la ciudadanía, este tipo de acciones o actos vandálicos, si son entendidos como un delito contra el Patrimonio Histórico, pasan a ser juzgados por el Código Penal, lo que supone penas de prisión de 6 meses a 3 años, e importantes multas económicas.
Una vez repuesta la pluma, las restauradoras encargadas de la operación, Laura Riesco y Pilar Sendra, harán una nueva copia del molde utilizado, para conservarlo en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, y que permita, en caso de sufrir otro acto vandálico, restaurar la pluma y tener siempre la seguridad de que se cuenta con el elemento para su reposición.
Este hecho no es la primera vez que sucede en la historia de Alcalá. La última restauración de la escultura data del año 2007, siendo por aquel entonces concejal de Patrimonio Histórico, Gustavo Severien. En aquella ocasión se cambiaba la imagen de la escultura, pasando de tener un aspecto blanquecino, al recuperar las pátinas, a ser negra, y también se restituía la pluma, por ser de un tamaño desproporcionado.