ESCUCHA MADRID
El pasado miércoles, 6 de julio, la editorial Marli Brosgen, con sede en Madrid, presentó su último título publicado: la novela Quimera, de la que es autor el actor y escritor Daniel Cabrera Marchante (Bilbao, 1997), una historia que nos habla de la fabulación y el autodescubrimiento, de la esperanza, de lo duro que resulta ser joven y no encajar en los moldes establecidos. El acto tuvo lugar en el Espacio Leclab, donde la decadencia, bellísima y casi intacta desde 1914, reunió a un nutrido grupo de asistentes.
Rafael Escudero, director editorial de Marli Brosgen, presentó al prologuista de Quimera, el diputado del Grupo Socialista madrileño Santi Rivero, a quien describió como «un activista que lleva más de una década trabajando en los diferentes colectivos LGTBI de la comunidad de Madrid y que ahora, siguiendo esa vocación que tienen los activistas, creyendo en la bondad humana, es parlamentario en la Asamblea de Madrid y portavoz, específicamente, en materia de derechos LGTBI, diversidad, deporte y otras tantas comisiones», y le cedió seguidamente el micrófono:
«Cuando leí este libro, antes de escribir el prólogo», dijo Santi Rivero, «me sentí retrotraído a los quince años, hace veinte ya. Entonces, la cosa no estaba como ahora, claro. Los jóvenes no teníamos redes sociales, no teníamos ni internet. No teníamos referentes. Yo soy de un pueblo muy pequeño de la sierra de Huelva y a mí Quimera me ha hecho soñar con esa adolescencia que viví allí y que a muchos y a muchas nos han robado por ser LGTBI. La novela me ha despertado sentimientos y emociones que, al menos en mi caso, yo en aquella época tenía escondidos, sabiendo que estaban ahí, pero sin querer reconocer que los llevaba dentro. Me refiero a este tipo de historias bonitas, de amor o no, pero historias que muchas personas LGTBI, con esa edad, no hemos tenido la oportunidad de vivir por culpa de la sociedad que, incluso a día de hoy, nos seguimos encontrando».
«Quimera me ha hecho soñar con esa adolescencia que viví allí y que a muchos y a muchas nos han robado por ser LGTBI»
Santi Rivero, prologuista de Quimera
El diputado y activista que prologa la novela se disculpó por la brevedad de su intervención, «tengo un compromiso con el pregón del Orgullo», explicó y, antes de marcharse, recomendó la lectura de Quimera: «Leedla con tranquilidad, porque, además de ser una hermosa historia, está muy bien escrita y transmite muy bien el sentimiento que el autor quiere trasladarnos, todo lo que de él hay en este libro, que es mucho».
El director editorial de Marli Brosgen, Rafael Escudero, antes de cederle la palabra a Daniel Cabrera, el autor, coincidió con Santi Rivero en sentirse identificado con los personajes que aparecen en el libro, «a pesar de pertenecer a otra generación», dijo. «Cuando recibimos el manuscrito en la editorial pude leer cosas», explicó Escudero, «que, por un lado, me hicieron recordar y empatizar y, por otro, me hicieron sonreír al pensar en que hay otras generaciones, con otras formas».
«la dignidad es algo que jamás deberíamos permitir que nos arrebaten, algo que parece ser que algunos quieren volver a arrebatarnos, algo que en manos de todas y todos está impedirlo».
Rafael Escudero, director de Marli Brosgen
El director de Marli Brosgen habló del nacimiento de la editorial, «la cual creamos para hacer cosas como esta, para hacer posible que determinadas historias pudieran ser contadas y tuvieran suficiente altavoz como para que, con dignidad, con delicadeza, con educación, sirvieran para construir lo más importante que no tuvimos otras generaciones: referentes, ejemplos e identidades positivas que permitan que la gente más joven pueda tener otra forma de ver su propia realidad».
Para finalizar, Rafael Escudero reflexionó: «Si con este libro podemos conseguir que alguien, quien sea, al que probablemente estén machacando (porque el dolor es una herida que hace que reconozcas en otros lo que sucede), lea y entienda que no pasa nada, que todo mejora y que la vida se normaliza, habremos conseguido algo mucho mejor, habremos regalado esperanza y habremos regalado lo más importante, lo que jamás podemos perder como seres humanos: la dignidad, algo que jamás deberíamos permitir que nos arrebaten, algo que parece ser que algunos quieren volver a arrebatarnos, algo que en manos de todas y todos está impedirlo».
«Quimera es un libro, pero también es un trozo de mí, y me parece valioso, porque a veces me pasa que consumo libros, series, películas, teatro… y no veo corazón por ningún lado, no está».
Daniel Cabrera Marchante, autor de Quimera
Por último, tomó la palabra el joven autor de la novela, el actor Daniel Cabrera Marchante, quien en todo momento se dirigió a los asistentes en un tono intimista: «Escribí este libro porque estaba muy triste en ese momento; supongo que tenía que cargar con muchos recuerdos y no sabía dónde ponerlos, y puse todo mi corazón en ello, porque no sabía qué más hacer con él. Quimera es un libro, pero también es un trozo de mí, y me parece valioso, porque a veces me pasa que consumo libros, series, películas, teatro… y no veo corazón por ningún lado, no está».
«Desde muy chiquitín siempre he esperado en la vida llegar a la magia», continuó el actor y escritor bilbaíno. «Estaba obsesionado con todo lo que tiene que ver con la fantasía, con cuentos de hadas, y me pasaba la vida pensando ‘este mes no, pero igual el mes que viene me aparecen poderes y soy capaz de ser una bruja’. Pero nunca pasó. Parecerá una chorrada, pero es algo que me ha acompañado durante toda mi vida: tener la capacidad de hacer magia, de tener magia, de vivir con la magia alrededor.»
Sobre qué le impulsó a escribir su primer libro, Daniel Cabrera explicó: «La historia de Quimera surge de una transición, de ver las cosas claras, de ver que lo más ordinario del mundo, como puede ser hablar con unos, con otros, con cualquiera, según en la situación que sea y dónde, puede ser una de las cosas más extraordinarias que le pueden pasar a uno. La capacidad de ver eso no es fácil, pero lo conseguí y escribí esta historia, la historia de cómo dos personas pueden llegar a ver esa magia de la que hablo, y no solo románticamente, sino de todas las maneras en que uno puede verla en la vida».