SERVIMEDIA
La Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha son las dos regiones de la Unión Europea (UE) donde más descendió la esperanza de vida en 2020, cuando estalló la pandemia de la covid-19, en comparación con el año anterior.
Así se desprende de los últimos datos de Eurostat sobre la esperanza de vida en la segunda categoría de la Nomenclatura de las Unidades Territoriales Estadísticas (NUTS-2). Es decir, el equivalente en España a comunidades autónomas y ciudades autónomas. Las cifras se dan a conocer con ocasión del Día Universal del Niño, que se celebró este domingo.
La esperanza de vida al nacer es el número promedio de años que un niño recién nacido viviría si se consideran las actuales condiciones de mortalidad para el resto de su vida. Se trata de un indicador de periodo de mortalidad, lo que indica la duración media de la vida en una población sujeta a las tasas de mortalidad del periodo de tiempo analizado.
Esto significa que los valores tenidos en cuenta anteriormente para las expectativas de vida de 2020, año en que irrumpió la pandemia del coronavirus, se aplicarían si las condiciones de mortalidad observadas ese año continuaran hasta la extinción de la generación nacida en 2020.
Los datos de Eurostat, recogidos por Servimedia, apuntan que la esperanza de vida bajó 3,5 años entre 2019 y 2020 en la Comunidad de Madrid, y 2,8 años en Castilla-La Mancha, en este caso empatada con Lombardía (Italia). Se trata de las tres regiones con mayor descenso interanual al verse más afectadas por la primera ola de la pandemia.
Castilla y León ocupa la sexta plaza de regiones con más caídas en la esperanza de vida (2,3 años menos) y Aragón y Melilla empatan en la novena (2,1 años menos) junto con la región italiana de Trento.
Este patrón de caída de la esperanza de vida entre 2019 y 2020 fue generalizado porque el 86 % de las regiones de la UE registraron descensos, un 5% ningún cambio y un 9% experimentaron aumentos.
Los territorios con mayor aumento de la esperanza de vida entre 2019 y 2020 fueron generalmente regiones remotas -a menudo islas-, donde el impacto de la pandemia pudo haber sido mitigado por restricciones de viaje que impidieron que las personas salieran o llegaran a esos lugares. Es el caso de Reunión (Francia); Kriti, Sterea Elláda y Notio Aigaio (Grecia), y Madeira (Portugal).
De hecho, Canarias fue la región española donde menos impactó la pandemia en cuanto a la esperanza de vida, al bajar 0,1 años entre 2019 y 2020.