ESCUCHA MADRID
La Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) presenta la publicación Envejecimiento y cuidados en el entorno familiar, donde reflexiona sobre el envejecimiento que viene, el papel de las familias y la necesidad de un cambio en el modelo de cuidados de las personas mayores.
El envejecimiento es un proceso complejo en el que hay que tener en cuenta la gran variabilidad entre las personas mayores, no solo en edades, sino en salud, factores socioculturales, económicos… Entre ellas conviven generaciones con diferencias en su percepción del envejecimiento y las formas de vivirlo, lo que condiciona sus expectativas y deseos respecto a cómo envejecer. Un proceso que, por otro lado, no solo es personal sino también familiar.
Por ello, UNAF propone ampliar la mirada sobre las familias y su relación con el envejecimiento con el fin de apoyar a las personas mayores en la gestión de su proyecto de vida, y a las familias, en su papel de garantes y proveedores de apoyo a ese proyecto. “Debemos desarrollar nuevas estrategias y herramientas para facilitar el balance entre la necesidad de apoyo y cuidado y la preservación de la autonomía de las personas mayores, acompañándolas a ellas y a sus familias en este proceso”, explica Ascensión Iglesias, presidenta de UNAF.
Además, UNAF recuerda la falta de reconocimiento del cuidado y de sus costos, repartidos de manera desigual entre hombres y mujeres, y plantea un enfoque transformador sobre el cuidado, lo que significa modificar radicalmente la prestación de cuidados a través de las tres R: reconocer, reducir y redistribuir.
Según UNAF, el modelo tradicional de cuidados, que recae en las mujeres de la familia, no va a ser ya una solución, y considera que los recursos públicos y privados desempeñarán un papel cada vez más importante, aunque en ningún caso podrán sustituir el apoyo familiar. Además, administraciones y proveedores de servicios deberán adaptar su oferta a una población mayor que sabe lo que quiere y que demanda recursos específicos y de calidad.
De este modo, no solo es necesario promover la corresponsabilidad dentro de las familias, sino que las Administraciones Públicas se hagan corresponsables: articular una red pública de cuidados, con salarios y empleos de calidad, y con todas las garantía para quienes cuidan y son cuidados. Además, hay que impulsar un cambio de modelo, con servicios de atención centrada en la persona y que impulse la desinstitucionalización.
Asimismo, es fundamental el apoyo a las familias, cada vez más diversas, a la hora de acompañar el proceso de envejecimiento y gestionar las situaciones de dependencia de las personas mayores que forman parte de ellas, que en muchas ocasiones se convierte en fuente de dificultades y conflictos porque cuestionan la red de equilibrios tejida en torno a la parentalidad y las relaciones fraternales. En este sentido, la mediación intergeneracional con personas mayores se presenta como una herramienta de gran ayuda, ya que moviliza los recursos internos del sistema familiar para hacer frente a los retos del envejecimiento y las situaciones de dependencia.
«es fundamental el apoyo a las familias, cada vez más diversas, a la hora de acompañar el proceso de envejecimiento y gestionar las situaciones de dependencia de las personas mayores que forman parte de ellas»
Por último, UNAF analiza el papel de los recursos en un nuevo modelo de atención centrado en la persona y con perspectiva familiar, basado en el desarrollo de relaciones de ayuda, donde la confianza mutua constituye la base del vínculo. Asimismo, se exploran las posibilidades de nuevos modelos de atención residencial y la adaptación de los recursos de permanencia en el domicilio, los nuevos perfiles profesionales y la intervención comunitaria en el abordaje de la soledad no deseada en las personas mayores, desarrollando sensibilización, recursos y redes entre la comunidad, las instituciones y las entidades.
“Los recursos deberán flexibilizarse para poder cumplir la función de ayudar a las familias que cuidan y la gestión de los recursos deberán adaptarse a las necesidades de las personas mayores que vienen, cuyas expectativas se orientan más a la gestión del proyecto de vida”.