SERVIMEDIA
El sociólogo y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid Julio Carabaña aseguró este martes que «ir a clase con un alumno pobre no significa que ese alumno sea malo y perjudique» los resultados de los demás. De hecho, sólo el 15,6% de los resultados está determinado por los niveles socioeducativos.
Así lo indicó durante la presentación en Madrid de La segregación social en las escuelas, un dudoso problema del sistema escolar, el informe que ha elaborado para la Fundación Europea Sociedad y Educación a partir de datos PISA de 2003, 2012 y 2018, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que se centran en las competencias matemáticas en los alumnos de 15 años.
«Contra lo que a veces parece suponerse, la segregación social no influye por sí misma en los resultados académicos; tener compañeros pobres, inmigrantes o de hogares en general desfavorecidos no empeora de por sí el aprendizaje escolar; tampoco tener compañeros de hogares favorecidos lo mejora más», aseguró el estudioso.
«No hay ninguna fuente empírica que me permita comprobar lo que dice mi imaginación»
Julio Carabaña, sociólogo y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.
«Hay muchos males que se atribuyen a la segregación, me imagino que como son unas consecuencias nefastas para la cohesión social. No hay ninguna fuente empírica que me permita comprobar lo que dice mi imaginación», dijo.
De hecho, en base a los citados datos PISA, «la desigualdad académica general en España es menor; entre centros es la mitad de la de la OCDE y la que proviene de la segregación social es muy pequeña, del 2%», expuso. Carabaña también remarcó que «la concentración de inmigrantes aporta cero a la desigualdad entre escuelas» y que «la tarea de quien pretenda reducir la desigualdad académica por la vía de reducir la desigualdad social tiene muy poco que hacer».
Efectos pares
Según el estudio, lo que sí puede influir son los resultados académicos de los compañeros, el «efecto pares», señaló Carabaña. «La influencia de los compañeros en el rendimiento consistiría en que los alumnos de nivel académico alto ayudan, mientras que los de nivel académico bajo perjudican».
Para el experto, la clave de la segregación estaría en el efecto que tiene en la educación. A partir de PISA, su estudio demuestra, por ejemplo, que la concentración de alumnos inmigrantes y el tipo de gestión del centro (público o concertado) «añadían muy poco» a la desigualdad en 2003 y 2012 y «nada» en 2018. Asimismo, el informe muestra que las causas de la segregación social entre centros escolares son variadas y complejas, por lo que «tratar el problema a nivel de España carece de sentido, es un problema muy local».
«Las políticas educativas no deberían ser consideradas de derechas ni de izquierdas, sino de cómo funcionan las cosas»
Julio Carabaña, sociólogo y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.
Durante la presentación, la directora del departamento de investigación de la Fundación Sociedad y Educación, Mercedes de Esteban, destacó que «la preocupación por la equidad, inclusión y no discriminación está en la razón de ser de los objetivos que marcan nuestra tarea de cada día». «Las políticas educativas no deberían ser consideradas de derechas ni de izquierdas, sino de cómo funcionan las cosas», zanjó.