La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid, (FAMMA Cocemfe Madrid) ante el inicio del curso escolar quiere denunciar la falta de apoyo y de recursos que sufren los estudiantes con discapacidad que quieren seguir sus estudios más allá de los obligatorios.
Desde la Federación denuncian que no se cubre las necesidades básicas de estos estudiantes por escasez de recursos humanos y medios técnicos, así como la desaparición del transporte a personas con discapacidad que tienen problemas de movilidad y por tanto, no se pueden desplazar de manera autónoma. Esta forma de proceder, no hace más que potenciar la caridad, contra el derecho conquistado de las personas con discapacidad.
Uno de los principales problemas es la desaparición del transporte, que no está recogido en la Ley Orgánica 1/1990, de 30 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, en la que se establece el transporte escolar a aquellos alumnos de niveles de enseñanza obligatorios, lo que deja desamparados a los estudiantes con discapacidad que quieren continuar sus estudios y necesitan un medio de transporte adaptado para llegar a los centros educativos.
En palabras del presidente de la Federación, Javier Font, “la situación no depende de si las ayudas se encuentran enmarcadas dentro de la enseñanza obligatoria o no, sino en el incumplimiento sistemático de las leyes de no discriminación a las personas con discapacidad o de la propia Convención de la ONU que obliga a que éstas circunstancias, no se produzcan y que se disfrute de un derecho efectivo y real.”
Además, las familias denuncian que en los centros educativos donde se imparten las enseñanzas no obligatorias no cuentan con la figura de una persona que ayude al estudiante con discapacidad a realizar sus necesidades más básicas, como puede ser, ir al baño, lo que está obligando a las familias, (sino quieren que sus hijos abandonen formación), a realizar estas tareas asistenciales, dejando a un lado sus responsabilidades familiares o laborales.
Al no tener esta figura que asista al estudiante con discapacidad, se le dificulta mucho el acceso a este tipo de enseñanzas y, en numerosos casos, se ven excluidos de poder cursarlas y obligados a abandonar su formación.
La Federación quiere dejar constancia de que hay una importante precariedad en los recursos humanos y técnicos para evitar la no discriminación de las personas con discapacidad, su exclusión en la sociedad y su expulsión del sistema educativo.