ESCUCHA MADRID / Servimedia
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) reclamó este lunes «medidas urgentes para garantizar los derechos de las personas solicitantes de protección internacional que llegan al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas«, ante «el preocupante hacinamiento y condiciones de insalubridad en las que se encuentran las salas de asilo e inadmitidos desde hace meses».
En un comunicado, exigió que se permita la entrada a estas personas, en línea con lo que también han solicitado el Defensor del Pueblo y varios juzgados de instrucción.
Según CEAR, «las salas de protección internacional e inadmitidos destinadas a la acogida de los solicitantes de asilo exceden su capacidad, y a día de hoy albergan a más de 390 personas en condiciones indignas e inhumanas».
Alrededor de 182 personas aún no han podido formalizar su solicitud de asilo, procedentes sobre todo de Senegal, Marruecos, Somalia, Venezuela y Colombia, indicó. Los retrasos en la formalización de las solicitudes alcanzaron hasta 18 días en diciembre, prosiguió, y en la actualidad se sitúan en los ocho días de media.
En su opinión, esto «dificulta la detección de personas con necesidades específicas, como «menores, víctimas de trata y personas con problemas de salud física o mental o con discapacidad».
«Desde agosto de 2023, el aumento exponencial de los solicitantes de protección internacional en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas ha provocado a una sobreocupación en las salas de atención a solicitantes de asilo ubicadas en la Terminal 1 y Terminal 4″ y retrasos alarmantes en la formalización de las solicitudes».
CEAR presentó una queja ante el Juzgado de Instrucción en funciones de control de la sala de inadmitidos del aeropuerto y otra ante el Defensor del Pueblo el 15 de diciembre de 2023, por lo que ambas instituciones pidieron medidas urgentes para solventar esta situación.
Pese a que el Ministerio de Interior habilitó nuevas salas en la Terminal 2 y reforzó su plantilla para realizar entrevistas de asilo, «el hacinamiento e insalubridad han alcanzado puntos críticos», denunció CEAR.
Ello ha provocado «plagas de chinches, acumulación de basura y escasez de toallas para la higiene personal». “Al no haber camas suficientes, muchas personas duermen en colchones inflables en el suelo de las zonas comunes (fuera de las habitaciones), en ocasiones compartiendo cama», indicó Helena Muñoz, coordinadora estatal del Área Jurídica de CEAR. A su juicio, esto «menoscaba sus derechos a la intimidad y a la vida familiar, así como a su dignidad humana”.
