SERVIMEDIA
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, insistió este miércoles en que el problema de la falta de luz en la Cañada Real “está directamente relacionado con una situación de seguridad ciudadana que la Delegación del Gobierno tiene que abordar”, por lo que puso a su disposición a la Policía Municipal de Madrid.
Así lo indicó durante un acto en la Caja Mágica después de que el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, asegurase ayer que para restablecer el suministro eléctrico en la Cañada Real se contemple la concesión, por parte de las administraciones locales, de licencias urbanísticas especiales -títulos habilitantes especiales-, que pueden otorgarse en contadas ocasiones y que están sujetas a limitaciones.
Ante esta petición, el alcalde respondió que las licencias urbanísticas “son un acto reglado, no un acto discrecional”. En este caso, explicó, el Ayuntamiento “no puede otorgar una licencia urbanística especial al margen de la normativa que tenemos tanto en la Ley del Suelo como en la Ley de la Cañada Real”.
En este sentido, el regidor madrileño comentó que “todos queremos solucionar el problema de la Cañada Real”, pero matizó que “no cabe identificar soluciones que no se correspondan con la realidad”.
Por ello, “desde el mayor de los respetos”, discrepó con el Defensor del Pueblo sobre que la solución pase por dar licencias urbanísticas especiales “que se aparten del marco normativo que tenemos en estos momentos”.
Plantaciones de marihuana
En segundo lugar, el alcalde señaló que el problema de la luz de la Cañada Real “está directamente relacionado con una situación de seguridad ciudadana que la Delegación del Gobierno tiene que abordar”, por lo que puso a su disposición a la Policía Municipal de Madrid.
A este respecto, el regidor madrileño incidió en que el problema de la luz en la Cañada Real “obedece a un problema de plantaciones como todo el mundo conoce, incluida la Delegación de Gobierno”.
Por tanto, insistió Almeida, “exige que hagamos una actuación desde el punto de vista policial y de seguridad, que permita desmantelar esas plantaciones y que, por tanto, permita que se pueda restablecer el suministro de luz a la Cañada Real como existía antes de la pandemia y de que se generasen y proliferasen las plantaciones de marihuana”.
En este sentido, el alcalde recordó que en aquellos años no se producían los cortes de suministro que se están produciendo ahora “a pesar de que tampoco había licencias urbanísticas y a pesar de que no había más de tres abonados en todo el ámbito de la Cañada Real”.
Por eso, aseveró, “en primer lugar, las soluciones no pueden ser soluciones que no se correspondan con la legalidad y las licencias urbanísticas son actos reglados que se sujetan a un marco normativo”.
En segundo lugar, “el camino más corto es acabar con las plantaciones que hay ilegales”, lo que “exige abordarlo desde la Delegación del Gobierno con el compromiso del Ayuntamiento de Madrid de poner a su disposición policías municipales”.
Por último, apuntó que, dentro del proceso de realojos de personas que viven en la Cañada Real, “durante la legislatura anterior se ejecutaron ocho realojos”, mientras que en la actual legislatura “ya van 160”.
Por ello, “sin juzgar los números del equipo de Gobierno anterior, que cada uno tome nota de quién es el que ejecuta los realojos y quién es el gobierno más comprometido con poner fin a la situación de vulnerabilidad en la Cañada Real”, concluyó Almeida.