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La Guardia Civil y la Policía Nacional de Rumanía han desarrollado durante el mes de mayo una actuación conjunta para potenciar la prevención y lucha contra el tráfico de seres humanos.
Según informaron este jueves el Instituto Armado, del 22 al 28 de mayo guardias civiles y agentes rumanos desarrollaron un operativo coordinado para detectar posibles casos de trata o explotación de personas. La iniciativa se plasmó en actuaciones en las provincias de Madrid y Almería.
Para ello, los agentes de la Benemérita contaron con la participación de dos oficiales especialistas en delitos de trata de la Policía de Rumanía y con la colaboración de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, así como de entidades de asistencia especializada en materia de trata de seres humanos.
Fruto de esta acción conjunta, en la Comunidad de Madrid se realizaron varias inspecciones en clubs de alterne y salones de masajes de la localidad de Las Rozas, mujeres muy jóvenes (una de ellas menor de edad), en total, 30 potenciales víctimas de trata o explotación sexual.
Detección temprana
Asimismo, en Almería las inspecciones tuvieron lugar en clubs de alterne distribuidos en diversos municipios de la provincia, detectándose un alto porcentaje de mujeres prostituidas de origen rumano en uno de ellos. El apoyo brindado por las oficiales de la Policía de Rumanía como traductoras y mediadoras culturales en este contexto creó un ambiente de mayor confianza con las mujeres que se encontraban en una situación de vulnerabilidad.
Por otro lado, en el ámbito laboral, en la provincia de Almería se realizaron diversas inspecciones en invernaderos, donde se consiguió detectar un posible delito contra el derecho de los trabajadores extranjeros.
Así, dos hombres de nacionalidad rumana tendrían a su cargo a alrededor de diez personas de origen senegalés y marroquí para la recolección en la campaña hortofrutícola sin darles de alta en la seguridad social y en condiciones inadecuadas. Se han detectado 15 potenciales víctimas de trata con fines de explotación laboral.
La Benemérita destacó que “la detección temprana de estos delitos gracias a las inspecciones permite una protección más rápida y eficaz de las posibles víctimas, tanto para la finalidad de explotación sexual como laboral”.
