ESCUCHA MADRID / Servimedia
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) de Madrid mostró este martes su «sorpresa» ante la decisión del Ayuntamiento de la capital de retirar la subvención a esta entidad para su programa de atención a refugiados de origen subsahariano, medida que aseguró «no entender».
«La decisión que el consistorio ha comunicado a la entidad apenas un mes antes del cierre del ejercicio anual contrasta sorprendentemente con los informes favorables por parte del Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social«, explicó esta ONG en un comunicado.
CEAR dijo que la decisión del Consistorio contrasta con la «voluntad» que expresó en reuniones de mantener el programa e, incluso, aumentar su dotación.
Según CEAR, «en los últimos cuatro años, el presupuesto se ha mantenido igual, a pesar de la constante subida de los precios. Agregó que durante los últimos cinco años, «hemos solicitado al ayuntamiento que impulsara otra forma jurídica para dar continuidad al programa más allá de una subvención nominativa, pero nunca se llevó ninguna acción al respecto».
«No entendemos que la decisión de cerrar el programa se deba, precisamente, a la imposibilidad de mantener la subvención por la vía extraordinaria de la concesión nominativa, sin que se ofrezcan otras alternativas», declaró Paco Garrido, coordinador territorial de CEAR Madrid.
Lamentó además que el cierre del programa se produce «en un momento muy complicado, de plena emergencia humanitaria, donde su existencia se hace más necesaria que nunca». Debido al gran aumento de llegadas de personas subsaharianas, de África del Norte y Oriente Medio a Canarias y los traslados que se tienen que realizar a la península, resulta de estricta necesidad, destacó.
Atención especializada
Según CEAR, las personas que acceden al programa reciben una atención personalizada, donde ven cubiertas sus necesidades más básicas, la acogida y una atención psicosocial especializada en el desarrollo de habilidades sociales para la convivencia y la autonomía. Por ejemplo, la promoción de hábitos saludables, talleres participativos o formación para el empleo.
Se trata de un programa de medio alcance, donde las personas permanecen una media de 7 meses en acogida, pudiendo ampliarse en función de su vulnerabilidad.
El equipo de profesionales que hacen este acompañamiento se encarga de llevar a cabo itinerarios de Inclusión sociolaboral a medio plazo, con el objetivo de conseguir regularizar la documentación de las personas que acceden al programa.
En 15 años, el programa ha atendido a 1168 personas de 38 nacionalidades distintas. Cuenta con 32 plazas, pero recibe una media de 59 personas al año, puesto que muchas consiguen su autonomía plena antes de terminar este período. En 2023, el 80% de los participantes consiguieron un empleo.
