ESCUCHA MADRID
El pasado martes, el centro cultural y librería La Independiente, situada en el barrio madrileño de Lavapiés, acogió Verbum Ludens, un abordaje al aspecto lúdico de las palabras «desde una perspectiva latinoamericana» y un conversatorio y recital que reunió a dos destacados poetas, Carlos Katan (Venezuela) y Gian Pierre Codarlupo (Perú), quienes invitaron a los presentes a sumergirse en la contemplación de la poesía como vehículo de la belleza y hacedora de mundo.
La exigencia de la brevedad
Carlos Katan (Caracas, 1992) hizo mención a «la inquietud estética» en referencia a una de sus obras, El libro de las máquinas, a las ansias «de condensar, de tratar de decir únicamente lo necesario, textos muy cortos, concretos y yo diría que muy ahogados también, con una respiración como muy entrecortada» y reflexionó sobre la brevedad poética: «El poema corto es muy exigente, porque desde el momento en que dices ‘ya terminé’ sabes que no, que no has terminado, que hay un montón de cosas que no están escritas, y quieres que el lenguaje tenga otra participación dentro del texto».
Por su parte, Gian Pierre Codarlupo (Paita, 1997), confesó no creer demasiado en «el formato de las publicaciones, en que la escritura tenga como fin la publicación de un libro, sino que más bien creo en los proyectos que se van sosteniendo a lo largo del tiempo, independientemente de su fracaso o éxito», por lo que mostró una serie de poemas y prosas en formato carta, dentro de sus sobres con ventanilla. «Cartas al Ministerio de Cultura, a la Biblioteca Nacional, a la Policía, a la RAE», entre otras entidades, «porque mediante la poesía se pueden subvertir estos símbolos, que son finalmente los símbolos del poder», aseveró.
Perspectiva latinoamericana
Respecto a la poesía que se hace en España en comparación a la latinoamericana, el poeta peruano Gian Pierre Codarlupo se mostró crítico: «En Latinoamérica, los poetas trabajan más con el lenguaje, porque hay distintas formas de hablar; en España lo que he visto es que si agarro un libro Premio Hiperión del 80 y otro del año pasado, lo que, a mi parecer, cambia únicamente es el nombre del autor y, con suerte, la temática, pero el estilo sigue siendo una repetición de lo mismo», mientras que el poeta venezolano Carlos Katan fue más conciliador: «En España hay unos estilos predominantes en su poesía, pero también una tendencia que va hacia afuera y que vale la pena revisar».